No hay nada peor que tener que escribir y que las musas no vengar a visitarte. Es inevitable mirar el reloj y ver cómo los segundos, los minutos y las horas se escapan. El lápiz sobre el papel en blanco y la mente del mismo color. Siguen circulando las agujas dentro de la esfera. Para colmo hay tres relojes impertinentes frente a mí y ninguno me da tregua, ninguno se alía con mi mente, la cual sigue tan blanca como la cal viva.
"La Musa" por Pablo Picasso
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