La cara de Las Ramblas que últimamente poco da qué hablar.

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Si encendemos la mal llamada caja tonta y buscamos un poco entre la diferente oferta televisiva, no será difícil encontrar un programa donde tenga cabida un reportaje sobre Las Ramblas de Barcelona: la prostitución y la delincuencia son el mayor reclamo para periodistas ansiosos de un reportaje lleno de morbo. Pero poco se habla últimamente de la oferta lúdica que el Gótico nos ofrece; una oferta que para sí querrían muchas ciudades.

Pasear por estas famosas y atractivas calles ya es, de por sí, atractivo. En ellas se mezclan gente de todas las razas, de todos los países, diferentes tribus urbanas y gente de la ciudad que busca pasar un rato agradable y lúdico que cada vez es más difícil de encontrar.

Barcelona es una ciudad que ofrece un amplísimo abanico de posibilidades a experimentar y, una vez más, hace unas noches, paseando en gratísima compañía y a la vera de las flores de La Rambla, nos topamos con el famosísimo “Sidecar”, un lugar hecho para los que quiere huir de los beats del house, un sitio donde la música que creemos que no existe está, un lugar agradable donde poder tomar algo charlando tranquilamente en su terraza, disfrutar de la gente en su bar o sumergirse a su pista de baile para disfrutar de una alternativa a la música de masas. En “Sidecar”, The Cure son los padres y protagonistas de la noche y Los Planetas los niños mimados. Altamente recomendado hasta una hora prudente; léase las tres de la madrugada.



Sidecar Factory Club está en Plaça Reial, 7. Barcelona

Más información en su web, pinchando aquí.

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